miércoles, 16 de enero de 2013

¿Una casa o un hogar?


Queridas amigas,

Escribo hoy desde mi habitación, pensando en vosotras, imaginando cómo habéis vividos las fiestas en estas últimas semanas. 



Solamente ayer estuve guardando las decoraciones de Navidad… a la vez fue recogiendo cosas de toda la casa para redecorar el salón familiar.  

Me preguntaba hace unos momentos…

¿Qué hace de una casa un hogar?  

¿Qué cosas hacen con que mi familia sienta que son los más importantes del mundo para mí? 

¿Cómo puedo expresar mi amor a todos que entran en mi casa?

¿Qué hace de mi casa un escondite seguro de la vida afuera?

Aquí comparto algunas ideas de cómo estas cosas son consideradas, por lo menos en nuestra casa.  

Cuando mis hijos eran pequeños sacaba muchísimas fotos.  Siempre les llevaba a una amiga que hacía fotos profesionales.  Estoy agradecida de haberlo hecho pues ahora los tengo por toda la casa.  Cuando subo y bajo las escaleras es como un viaje en el tiempo, ¡fotos tan entrañables!  Siempre me traen una sonrisa… muchas veces me encuentro allí, junto a las fotos orando por mis hijos, pidiendo a Dios que les guíe donde sea que estén. 

Las fotos de los niños traen memorias especiales.  A ellos les encantaba cuando ponía las fotos en un marco para exponer en un lugar de importancia en la casa. 

Aquí os muestro algunos cuadros que tengo en la pared.  



A través de los años, he heredado muchas cosas de mis abuelos y bisabuelos: colchas de patchwork, fotos, platos, y reliquias familiares como una caja registradora de una tienda que la familia de mi marido tenía ¡en 1925!  Todas estas cosas son tesoros para mí.  Me encanta que las pueda ver diariamente por toda la casa. 

Mis hijos también han hecho muchos proyectos.  En diciembre, uno de mis hijos, Andrew, vino del instituto con un colgador de conchas de patchwork para la pared que había hecho en la clase arte en madera.  Me tocó mucho la intención de darme algo tan representativo de quien soy.  Tengo dos colchas colgadas de ello ahora mismo.  


Mi hija, Adriana, pinta cuadros.  Los tengo por toda la casa.  Mis otros hijos, Kaitlin y Ethan también han hecho cositas que las tengo mucho aprecio, distribuidas por la casa.   



En la entrada de la casa tengo una mesa estacional.  Cambio las fotos y las decoraciones dependiendo de la estación del año.  No tardo mucho en hacerlo y siempre da la impresión de una casa “vivida” o cuidada con intencionalidad. 



Usando tesoros familiares como estos, puedes promover un ambiente cálido y personal a la casa.  Todos que vengan a visitar se sentirán honrados y especiales cuando tú compartes tus mayores tesoros con ellos.  


Todos necesitamos un rincón acogedor cuando volvemos de la calle, de un día de trabajo.  Venimos a casa a descansar y promover lazos familiares fuertes.  Cuando nuestros hijos marchen de casa, irán cargando un tesoro grandísimo: memorias de amor y cariño.

Bendiciones a vosotras todas y que Dios os tenga en la palma de Su mano. 



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